Gestionar sus costes de manera eficaz con el contexto de COVID-19
La crisis sanitaria ha generado enormes trastornos no previstos para las empresas. La importante ralentización de la actividad provocada por el cierre de las fronteras y los confinamientos sucesivos ha empujado a las empresas a revisar sus objetivos de negocios para los próximos años. En nuestras conversaciones con los clientes a los que apoyamos en la búsqueda de la optimización operativa, la prioridad número uno en 2020 era asegurar el flujo de caja para garantizar la sostenibilidad del negocio.
En un contexto aún incierto, la reducción de costes sigue siendo el objetivo central de las empresas. Sin embargo, las variables a tener en cuenta a la hora de poner en marcha una estrategia agresiva de reducción de costes son diversas y complejas. Así, en este articulo queremos hablar sobre algunas de las consideraciones que hemos identificado entre nuestros clientes a la hora de enfrentar los negocios en la era post-COVID que empieza a perfilarse.
Inversiones para desarrollar el negocio
En épocas «normales», fuera de la pandemia, las empresas trataban de aumentar su volumen de negocio ampliando su mercado mediante la incorporación de nuevos clientes, o mediante el lanzamiento de otras actividades que pretendían ampliar la base de clientes de la empresa. Por lo tanto, el objetivo inicial de los préstamos garantizados por el Estado era aliviar el flujo de caja, ya que ésta se encontraba bajo presión con el cese de la actividad.
De este modo, aunque la inyección de capital puede evitar que la empresa desaparezca, este nuevo endeudamiento debe formar parte de una estrategia de desarrollo empresarial. Por eso es muy importante realizar una auditoría de las distintas palancas de optimización existentes en la empresa para garantizar que esta nueva deuda contribuya a la reducción de los costes operativos.
Reducción del coste final
Hasta 2020, la estrategia clásica para obtener el crecimiento se basaba en un desarrollo comercial muy fuerte y en la optimización de los costes. Sin embargo, en 2021, la sostenibilidad de la empresa dependerá de la búsqueda de la eficiencia operativa y el control de los gastos en toda la cadena de producción y comercialización. La crisis de COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la eficiencia en los costes, ya que las partidas que sufren un gasto descontrolado han sido rápidamente identificadas como problemáticas en la búsqueda desesperada de efectivo.
Sin embargo, las empresas más eficientes son las que han sido capaces de realizar una auditoría de toda la familia de compras, ya que las iniciativas puntuales y desconectadas del conjunto del negocio pueden resultar costosas a medio y largo plazo. Los resultados económicos deben analizarse teniendo en cuenta el mantenimiento del EBITDA y la seguridad del negocio en el futuro.
Al igual que los préstamos respaldados por el gobierno pueden aumentar la deuda de la empresa sin ningún impacto real en la eficiencia operativa si no forman parte de una estrategia bien pensada, un enfoque puramente de eliminación de costes podría perjudicar seriamente la producción y crear nuevos problemas para la empresa.